No sé qué esperaba la crítica autorizada de La
momia para verter, como ha vertido, la indignada y feroz retahíla de descalificaciones
que le ha inspirado la película. ¿Acaso aguardaban un sesudo tratado filosófico
sobre la naturaleza del mal? Cuando en la voluntad de un trabajo cinematográfico
se halla simplemente la intención de entretener –que es lo que pretende La
momia–, nada puede reprochársele a la honestidad de su director. La película
es un fácil divertimento desde el principio hasta el final: aventura clásica a
lo Indiana Jones, acción bien dosificada, humor (simpatiquísimo Tom Cruise) y,
en definitiva, todos los ingredientes del cine de esparcimiento para no pensar
demasiado (que es una sana y efectiva purga de nuestras preocupaciones
cotidianas, digan lo que digan los pedantes).
Pensada como película fundacional de la franquicia Dark
Universe , los fundamentos de la saga parecen centrarse en los intentos del
Doctor Jekyll por descubrir la naturaleza del mal e, imaginamos, vencer así a
su míster Hyde. Para ello, un equipo creado a tal efecto trata de apresar a los
grandes monstruos del mundo. Que los entresijos del guión son mejorables y que
corren el riesgo de convertirse en una enmarañada trama con problemas de
coherencia y capacidad de convicción, no me cabe ninguna duda. He leído en algún
sitio que la película decae cuanto más se nos desvela los detalles de la
historia, y estoy de acuerdo. No obstante, ver desfilar a las grandes
creaciones del terror literario por la gran pantalla siempre me va a parecer
bien. Cuando aparece el doctor Jekyll por primera vez en escena, uno no puede
evitar los vínculos afectivos que lo unen a las antiguas lecturas de Stevenson.
Sería conveniente, eso sí, que se cuidara con mimo y amoroso afán los
pormenores de esos mitos monstruosos y su origen literario para no herir los
sentimientos de los lectores. También es conveniente que la saga trate de
apartarse del modelo Marvel, insuperable en el hilvanado de sus diferentes
mundos. Algunos detalles de los créditos finales recuerdan mucho a ese formato
y sólo consiguen poner en evidencia un innecesario complejo de inferioridad.
Fernando Parra Nogueras
Nota: 7